El césped artificial se ha convertido en el pavimento preferido para los propietarios de piscinas.
Sus principales ventajas que animan a su instalación es la suavidad que ofrece su pisada y el valor decorativo de toda la zona.
También ofrece una base antideslizante incluso al estar mojado, al contrario que ocurre cuando se tiene cemento o baldosas algunas muy resbaladizas.
Su bajo mantenimiento hacen que la inversión inicial se amortice muy rápido.
El césped artificial para colocar junto a una piscina tiene que tener la calidad necesaria para soportar los rayos UV, el cloro, geles y pisadas continuas.
Vea el proceso que debe seguir
Aumente su valor decorativo y de uso